EL EDIFICIO QUE ME REPRESENTA

HEYDAR ALIYEV CENTER

Hace tres años antes de empezar la carrera no tenía ni idea que estudiaría arquitectura, siempre desde pequeño por alguna razón dibujo edificios o formas geométricas, creo que es una manera de expresar mi creatividad, entonces yo no veía el mundo como un arquitecto o una persona que quiera estudiar arquitectura lo debía ver, los edificios estaban ahí había algunos que me llamaban la atención como la torre mayor o la torre latinoamericana por su tamaño, viviendo en la ciudad de México estaba rodeado de toda esa arquitectura pero en ese entonces no veía el arte en los edificios, estudiaba cerca de la UNAM, y pasé muchos de mis días en esa escuela, cada semana veía la Biblioteca Central sin darle otro sentido que el de una biblioteca, estudiaba el sonido y todo lo que tuviera que ver, igual era músico estaba muy relacionado con conceptos como ritmo y armonía, eso me hizo escuchar la música más allá de lo que es, y saber que muchos detalles la componen, la música es dinámica y plástica, es orgánica y modular, tiene brillo y contraste, textura y forma , entre otros conceptos que tenía muy presentes.

Para el momento en el que yo decidí estudiar arquitectura me emocionaba mucho la idea de ver los edificios como nunca los había visto, como la música, una vez analizando cada detalle del edificio y de donde sale su forma no lo volvería a ver sin el valor tan importante de la arquitectura, al principio de la carrera no había relacionado todos los conceptos que sabía de la música pero poco a poco los relacione y supe que estaba en el lugar correcto, poco a poco empecé a pregúntame el por que del edificio, las formas, los colores, texturas, ritmo, armonía, simetría entre otros y ahora cada que veo un edificio me detengo un momento a reflexionar como fue construido, me interesa saber detalle a detalle, como la estructura que es una de las cosas que más me fijo al mirar una edificación como el aeropuerto de Madrid esa fue la primera vez que vi una estructura orgánica, no conocía las vigas curvas en persona, no me imaginaba como podía trabajar y los acabados con bambú que tenía, aunque las columnas eran de tono verde contrastaba muy bien con las demás texturas, entonces me encontré con Las Setas, una techumbre en Sevilla que me dejó claro que me encanta la arquitectura paramétrica y orgánica, ahí descubrí que la música y la arquitectura van de la mano totalmente, es como estar viendo una canción, con formas orgánicas y dinámicas, colores por así decirlos suaves como una melodía calmada, tiene ese ritmo variable como la aceleración en una canción y  modulación en la armonía de las formas (que se podría interpretar como un cambio de tonalidad en música), es muy impresionante estar en una obra como esa en persona, y todas estás características tiene el edificio de Zaha Hadid  Heydar Aliyev Center si una edificación como Las setas me hizo sentir de esa manera no me imagino como veré esta obra de Hadid, en fotos se ve totalmente impactante, desde los colores, texturas, la forma orgánica, paramétrica, dinámica con una armonía única entre todo eso teniendo modulaciones en las fachadas dando a pensar que son dos edificios distintos pero iguales, sin quitarle importancia a ninguna de las dos fachadas ya que en una juega con el techo que cae hasta el piso y en otra juega más con la altura ambos elementos hacen que se vea increíble sin perder su valor.

Siento que esta obra definitivamente y hasta el día de hoy define mi personalidad y mi forma de pensar tanto como arquitecto y como músico.